Efímero y definitivo, así me defino a mí mismo.
Menospreciado en la misma medida que necesitado surjo por despecho, cansancio o bien a expensas del gusto, del capricho o de la necesidad, en todos los casos, soy producto de la imaginación y la voluntad del escritor. Previsible o sorpresivo, la consecuencia siempre es la misma: después de mí, nada.
No sé si mi aparición es motivo de alegría o de tristeza, si colma o frustra esperanzas, si desilusiona o satisface, en verdad que no lo sé; me imagino que esto vendrá dado por las expectativas creadas antes de mi llegada; pero a mí no me culpe nadie del resultado porque poco o nada he podido hacer al respecto, lo mío es puntual y obligado y no va más allá de aparecer en un momento determinado, por otra parte, fácilmente se comprenderá que si apenas tengo tiempo para pensar en mí, mucho menos he de tenerlo para analizar o comprobar qué efecto causo y si soy o no acertado; no es por eludir responsabilidades, pero lo mejor es dejarlo a juicio de ese lector que pacientemente llega hasta mí.
Tengo un hermano siamés, se llama “Principio”, en él estoy y él en mí está, y, aunque no llegamos a vernos nunca, los dos sabemos con certeza que estamos unidos y que yo sin él y él sin mí nada seríamos, no se nos puede separar.
Hay nombres grandilocuentes repletos de vocales y consonantes, los unos, pretenciosos, otros, apabullantes, algunos, simplemente musicales, pero el día en el que se repartieron todos ellos fui prudente y escogí uno sencillo y fácil de pronunciar –contundente, eso sí–, y aunque solo disponga de tres letras, curiosamente, ellas dicen todo de mí:
FIN
Gracias Manuel
Me alivia pensar que después de este fin literario, sólo hay un nuevo principio..
Un abrazo
Te leo unas horas antes de que finalice el año y constató la sencillez contundente de tu final literario. Un placer. Que tengas un buen año y que sigas escribiendo finales.
Con un abrazo desde la tundra.
Joaquín.
Según calendario a este 2015 parece que le queda un suspiro, aprovechémoslo, y a por el que viene.
Veo tus fotos, espero una aurora.
Abrazo.